viernes, 30 de julio de 2010

Gentileza

Filipenses 4:5

"Vuestra gentileza sea conocida de todos los hombres. El Señor está cerca."

miércoles, 28 de julio de 2010

DOMINIO PROPIO

"EL FRUTO DEL ESPÍRITU ES...DOMINIO PROPIO" (Gálatas 5:22-23)


Existen dos clases de personas: los dominantes y los que tienen dominio propio.¿En qué grupo te encuentras?. Vamos a averiguarlo: El dominante cree que todo es "un ataque del enemigo", o le echan la culpa a los demás o a las circunstancias; reaccionan con queja y resentimiento y suelen proyectar bastante frustración. Siempre intentan manipular a los demás y de usar las circunstancias para su propio provecho. Pero las personas y las circunstancias por lo general no se somenten a nuestro control, por lo tanto sus tentativas solo consiguen aumentar su dolor y hacer que las relaciones con los demás se conviertan en una guerra de voluntades. Cuanto más dominan y controlan, peor se sienten y más tratan de controlar. No aceptes vivir de esa manera.

Las personas con dominio propio entienden que el enemigo no puede hacerles nada a menos que ellos se lo permitan y que no tienen que ceder ante él. Entienden que el problema no está ni en la gente ni en las circunstancias, sino en cómo se reacciona ante ambos. Por consiguiente, la actitud de éstos últimos es tener siempre presente tres cosas:

1) La única persona a la que tengo que dominar soy yo.

2) A veces debo entregar a Dios las circunstancias y a las personas de mi vida y dejar que él se ocupe de ellas.

3) Tengo que recibir diariamentela fortaleza del Espíritu Santo para poder controlar mis reacciones y poner en práctica los principios bíblicos del dominio propio, los cuales harán que esté en control de mi vida.

Estas personas evitan entrar en el juego de ver quién tiene la culpa, no se castigan a sí mismos ni hacen de sus relaciones un campo de batalla. "Sabiendo que el fruto del Espíritu es...dominio propio", entienden que el Espíritu Santo no los va a dominar ni les va a ayudar a manipular las circunstancias, sino que les dará la fuerza para dominarse a sí mismos. Las personas llenas del Espíritu dejan de ser parte del problema para llegar a ser parte de la solución que Dios propone.

(la palabra para hoy, por Bob Gass)