viernes, 24 de octubre de 2014

CÓMO SUPERAR LOS PROBLEMAS


CÓMO SUPERAR LOS PROBLEMASAnte las dificultades todos podemos reaccionar de maneras diferentes. La Biblia nos enseña que debemos ver los problemas como una oportunidad para ver la gloria de Dios. Cuando el ejército de Israel vio al gigante Goliat tuvo miedo, mientras que David veía una gran victoria para Dios. Nuestra fe en Dios, siempre nos llevará a ver la acción sobrenatural del Señor en nuestra vida. No se trata de cuán grande es el gigante, sino de cuál es el tamaño de nuestra fe. Recuerda “Mayor es el que está en nosotros, que el que está en el mundo”… 


“Quiero que sepáis, hermanos, que las cosas que me han sucedido, han redundado más bien para el progreso del evangelio” Filipenses 1:12.

En la vida del apóstol pablo podemos ver la fortaleza y actitudes que mantuvo ante los difíciles momentos de la vida cristina y del ministerio. En el momento de escribir ésta epístola él estaba encarcelado por predicar el evangelio. Estaba preso en Roma, no estaba allí por ningún delito, y quizá algunos hermanos de Filipos estaban desanimados y tristes por esto, sin embargo Pablo aprovecha esto, y les enseña que esto ha redundado en bendición para él y para la extensión del reino de Dios, pues estaba evangelizando a los soldados de Roma; y los hermanos afuera motivados e inspirados en Pablo estaban predicando con mayor pasión la Palabra del Señor.

Los problemas, las crisis o adversidades son oportunidades para ver la gloria de Dios manifestada en nuestra vida. Dios siempre quiere enseñarnos y revelarse en todas las situaciones que enfrentamos en la vida; a veces los problemas no nos dejan ver con claridad, y permitimos que éstos llenen de tristeza nuestro corazón y nos cuesta ver a Dios como el Todopoderoso.

En éste caso, la dificultad del apóstol Pablo era la cárcel. En nuestra vida pueden ser los hijos, la situación económica, el matrimonio, el servicio a Dios, etc. Sin embargo vemos que Pablo se fortalecía en la comunión con el Señor y en el gozo de Dios, y por esto tenía la fortaleza para animar a sus hermanos que estaban afuera, y les dijo:
 
 "Regocijaos en el Señor siempre. Otra vez digo: ¡Regocijaos!" Fil. 4:4.

El gozo del cristiano no debe estar sometido a las circunstancias, sino a Dios quien es el que gobierna todas las cosas. Pablo está animando a la iglesia desde la cárcel y les dice “regocijaos en el Señor, siempre”. Independientemente de los problemas o circunstancias tu gozo está en Dios, y esto hace que enfrentes con altura y fuerza tu adversidad o dificultad. El apóstol Pablo no se lamenta, no se queja, ni tiene lastima de sí mismo. Él toma su fuerza en Dios. 
   
Pablo no admitió el resentimiento ni la amargura ante los problemas, Fil. 4:5. Él instruye a la iglesia para que sea gentil, amable, de buen trato. No estaba enojado ni resentido con Dios, ni con el gobierno, ni con las personas, ni con la iglesia de Filipos (la fundación de ésta iglesia tuvo muchas obstáculos y problemas que superar: fueron perseguidos, azotados, encarcelados… pero en la cárcel, el apóstol decidió adorar a Dios).

Buen número de veces permitimos que las dificultades que no sometemos a Dios, nos alteren y fácilmente maltratamos a las personas, y permitimos aún la amargura en el corazón; la adoración es una arma poderosísima para sobreponernos a los problemas, y alcanzar la victoria en Jesucristo.

Reflexión final: Dios nos ha llamado a caminar en victoria. Ante la pregunta ¿Cómo superar los problemas de la vida? Debemos ir a Dios, a Su presencia y él nos dará la fuerza y gozo para seguir adelante y vencer, él nos dará la sabiduría para enfrentar los problemas y ver Su obra a nuestro favor.

(Escrito por Pastor Gonzalo Sanabria)

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