JESÚS Y LA FE
Cuántas veces decimos, -Si Dios dice que haga algo, yo lo haré; si me dice que vaya a alguna parte, yo iré. Y es que realmente queremos hacer su voluntad, y si es Él, Jesús, el que nos envía o manda, decimos que sí lo haremos, no pensamos que eso implica un esfuerzo por nuestra parte además de valentía y fe.
Fue así como Pedro se atrevió a decir:
-"Señor, si eres tú, manda que yo vaya a ti sobre las aguas" (Mateo 14:28)
Pedro pensó que sólo con que Jesús lo dijera, Él lo haría sin ningún problema. Jesús le ordenó: -ven- y Pedro tuvo el valor de bajar de la barca y empezar a caminar sobre las aguas. Fue valiente, se esforzó, tenía el ímpetu, pero le faltó la fe y comenzó a hundirse. Jesús al escucharlo gritar asustado, le dijo:
-"hombre de poca fe, ¿Porqué dudaste?" (Mateo 14:31)
Pedro no tuvo la fe de aquel centurión romano, que dijo a Jesús:
"Señor, no soy digno de que entres bajo mi techo; mas solamente di la palabra, y mi siervo sanará" (Mateo 8:8)
Un mandato de Jesús y el centurión creyó firmemente que su criado sería sanado, no dudó, y según su fe, así fue hecho con su criado.
Jesús, maravillado, dijo a los que le seguían:
-"de cierto, de cierto os digo, que ni aún en Israel he hallado tanta fe" (Mateo 8:10b)
Jesús terminó diciendo:
-"ve y como creíste te sea hecho"
MÁS DIOS MUESTRA SU AMOR POR NOSOTROS EN QUE SIENDO AÚN PECADORES, CRISTO MURIÓ POR NOSOTROS. ( ROMANOS 5:8)
domingo, 14 de junio de 2015
lunes, 8 de junio de 2015
UNA GRAN LECCIÓN
(Mateo 14:15-16)
"Cuando anochecía, se acercaron a él sus discípulos, diciendo: El lugar es desierto, y la hora ya pasada; despide a la multitud, para que vayan por las aldeas y compren de comer. Jesús les dijo: No tienen necesidad de irse; dadles vosotros de comer."
La hora de la cena, suele ser un momento de intimidad familiar, un momento en el que compartes con los tuyos.
Nos encanta estar en intimidad con la familia, tenemos tendencia a fabricar momentos en que esto se haga realidad, son momentos perfectos. Pero esta forma de compartir, nos hace apartarnos del resto, nos hace acostumbrarnos a la comodidad familiar. Desde el punto de vista carnal, esta actitud es muy lógica, pero desde el punto de vista de un hijo de Dios, es una forma de hacer acepción de personas. Como congregación estamos llamados a abrirnos a otras personas con necesidad de Dios, tenemos la obligación de llevarles la palabra de Dios, las buenas nuevas.
Al leer el pasaje de (Mateo 14:15-16), se me ocurre, que los discípulos, tratando de hacer que la multitud que seguía a Jesús se fuera a su casa, a parte de poca fe, tenían muchas ganas de sentarse alrededor de Jesús a la luz de la luna, y sentir el privilegio de escuchar la maravillosa palabra que salía de la boca de su amado Jesús.
Recordemos, que esto mismo escogió María, sentarse a escuchar lo que Jesús decía, mientras su hermana Marta era amonestada por Jesús, por estar tan afanada en servir a los que allí escuchaban.
En este pasaje, parece como si Jesús cambiara su forma de pensar, pues Él mismo reconviene a sus discípulos diciéndoles que les dieran ellos mismos de comer.
No es que Jesús se contradiga, Él es perfecto, sino que como dice en (Eclesiastés 3:1)
"Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora", y este era claramente el tiempo de llevar a la práctica, todo o parte de lo que habían aprendido en esos momentos de intimidad.
¡¡¡Qué gran lección de nuestro gran Maestro!!!
(Mateo 14:15-16)
"Cuando anochecía, se acercaron a él sus discípulos, diciendo: El lugar es desierto, y la hora ya pasada; despide a la multitud, para que vayan por las aldeas y compren de comer. Jesús les dijo: No tienen necesidad de irse; dadles vosotros de comer."
La hora de la cena, suele ser un momento de intimidad familiar, un momento en el que compartes con los tuyos.
Nos encanta estar en intimidad con la familia, tenemos tendencia a fabricar momentos en que esto se haga realidad, son momentos perfectos. Pero esta forma de compartir, nos hace apartarnos del resto, nos hace acostumbrarnos a la comodidad familiar. Desde el punto de vista carnal, esta actitud es muy lógica, pero desde el punto de vista de un hijo de Dios, es una forma de hacer acepción de personas. Como congregación estamos llamados a abrirnos a otras personas con necesidad de Dios, tenemos la obligación de llevarles la palabra de Dios, las buenas nuevas.
Al leer el pasaje de (Mateo 14:15-16), se me ocurre, que los discípulos, tratando de hacer que la multitud que seguía a Jesús se fuera a su casa, a parte de poca fe, tenían muchas ganas de sentarse alrededor de Jesús a la luz de la luna, y sentir el privilegio de escuchar la maravillosa palabra que salía de la boca de su amado Jesús.
Recordemos, que esto mismo escogió María, sentarse a escuchar lo que Jesús decía, mientras su hermana Marta era amonestada por Jesús, por estar tan afanada en servir a los que allí escuchaban.
En este pasaje, parece como si Jesús cambiara su forma de pensar, pues Él mismo reconviene a sus discípulos diciéndoles que les dieran ellos mismos de comer.
No es que Jesús se contradiga, Él es perfecto, sino que como dice en (Eclesiastés 3:1)
"Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora", y este era claramente el tiempo de llevar a la práctica, todo o parte de lo que habían aprendido en esos momentos de intimidad.
¡¡¡Qué gran lección de nuestro gran Maestro!!!
miércoles, 3 de junio de 2015
JESÚS AÚN TRABAJA
Cuando Jesús supo que Juan había muerto a manos de Herodes, se fue a un lugar apartado.
(Mateo 14:13a)
"Oyéndolo Jesús, se apartó de allí en una barca a un lugar desierto y apartado;"
Después, sabiendo Jesús, que su ministerio tenía fecha de entrega, al ver a la gran multitud que le seguía en ese lugar apartado, tuvo compasión de ella.
...
(Mateo 14:13a)
"Oyéndolo Jesús, se apartó de allí en una barca a un lugar desierto y apartado;"
Después, sabiendo Jesús, que su ministerio tenía fecha de entrega, al ver a la gran multitud que le seguía en ese lugar apartado, tuvo compasión de ella.
...
(Mateo 13b:14)
cuando la gente lo oyó, le siguió a pie desde las ciudades. 14Y saliendo Jesús, vio una gran multitud, y tuvo compasión de ellos, y sanó a los que de ellos estaban enfermos.
cuando la gente lo oyó, le siguió a pie desde las ciudades. 14Y saliendo Jesús, vio una gran multitud, y tuvo compasión de ellos, y sanó a los que de ellos estaban enfermos.
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