Poco se nombra Aarón en las predicaciones, o se pone de ejemplo como alguien que marcó la historia. Pero en esta semana Dios me ha hecho poner los ojos en este personaje. Fue un personaje de apoyo para Moisés, el "vocero" que hacía llegar al faraón el mensaje desafiante de liberar a sus pueblo.
Todos hemos admiramos a personas que ocupan un papel destacado y anhelamos sus dones y capacidades. Pero pasan desapercibidas esas personas que son un apoyo de otros y que hacen posible que otros puedan cumplir con los propósitos de Dios en su vida. En la sombra de grandes políticos, o personajes destacados de cualquier índole, siempre hay otros que apoyan la labor del primero. ¡Qué importante son los Aarones!. No todos somos llamados a ser protagonista pero todos podemos hacer una labor igual de importante ante los ojos de Dios, que recibirá la misma recompensa.
Hoy quiero pensar en lo que nos enseña la bíblia "el que apoya a una profeta recompensa tiene de profeta" y valorar mis pequeñas aportaciones cuando oro por el misionero que está en Camerún, o cuando apoyo al que hace una labor social, o cuando tengo la oportunidad de enseñar a un niño. Por muy insignificante que sea lo que hago, tendrá su recompensa.
¡Que Dios levante muchos Aarones en nuestro país!.
