martes, 28 de octubre de 2014

BEZALEEL Y AHOLIAB, AL SERVICIO DE DIOS.
 

“Habló Jehová a Moisés, diciendo: Mira, yo he llamado a Bezaleel… y lo he llenado del Espíritu de Dios, en sabiduría, inteligencia, ciencia y todo arte, para inventar diseños y trabajar en oro, plata y bronce… y he puesto con él a Aholiab, para que hagan todo lo que te he mandado”.
Éxodo  31:1-6

Dios le ha encomendado a Moisés construir el tabernáculo, y por supuesto él no podía hacerlo sólo. Bezaleel y Aholiab son llamados por Dios y equipados por él para una labor específica: construir los muebles y utensilios del tabernáculo. Así que Dios los equipó para hacer esa obra; entonces concluimos que Dios nunca te envía a hacer aquello que no puedes hacer, cuando Dios te envía ya te ha equipado (sólo debes aprender a usar lo que él te ha dado)...

Observamos también que ellos tenían unos dones específicos para una labor determinada. Así como cada estrella tiene su propio brillo, nosotros no debemos envidiar a otros o murmurar por lo que Dios nos ha dado; más bien depender de Dios y su gracia para brillar con la luz de Cristo y glorificarlo mediante la correcta administración de lo que él nos ha entregado. Observemos que Bezaleel era de la tribu de Judá (la más grande y que marchaba adelante por el desierto) y que Aholiab era de la tribu de Dan (era la última que marchaba por el desierto), vemos que Dios no hace distinción de personas, llama a todos por igual.

Dios imparte talentos y deben estar en el lugar correcto. 1 Cor. 12:27-31, nos enseña que es Dios es quien pone los miembros del cuerpo donde él quiere, según su perfecta y soberana voluntad. La Escritura nos habla de cuerpo, unidad, miembros, particularidad, diversidad de oficios y propósitos, complementación, etc. Entonces podemos concluir:

1.    La persona correcta en el lugar equivocado, genera confusión y frustración.
2.    La persona correcta en el lugar correcto, genera progreso y alabanza a Dios.
3.    Las personas correctas en los lugares correctos generan fruto que honra a Dios, multiplicación y crecimiento.
4.    Nos necesitamos los unos a los otros, pues somos un cuerpo.

Es muy importante reconocer que la instrucción (capacitación) es necesaria. Un fundamento esencial es el claro objetivo de la capacitación: Glorificar a Cristo, y no alimentar el ego. La necesaria instrucción la observamos desde la antigüedad, y el A.T. nos enseña por ejemplo que el profeta Samuel era el maestro de la escuela de profetas (1 Sam. 19:20),  en el N.T. (Hch.22:3), Pablo nos dice que fue instruido por Gamaliel (fariseo, doctor de la ley, venerado por todo el pueblo y nieto de Hillel, famoso rabino), y Jesús y sus discípulos, etc.

Si tu motivación es egoísta, tu destino es el fracaso. Dios es amor, y por ende podemos concluir que todo lo que hace lo hace por amor, por su perfecto amor. Sí Dios es amor y el reino de Dios es gobernado por el amor, entonces éste debe gobernar las intenciones de nuestro servicio a Dios. No buscamos fama, ni reconocimiento de los hombres, busquemos que Dios sea exaltado. Servimos a Dios por su gracia y misericordia, porque nos da el aliento de vida, porque en nuestro corazón hay gratitud por ésta salvación tan grande. Por éstas razones Bezaleel y Aholiab, al servicio de Dios estaban. 

Reflexión final: Dios nos diseñó, él nos planeó un día y quiere que conozcamos aquel plan que trazó para nuestra vida, y aquellos dones que depositó en nosotros. Déjate guiar por el Señor y sírvele con gozo, gratitud y ante todo por amor (Oración: Amado Jesús ayúdame a servirte con amor, fidelidad y perseverancia, gracias por el privilegio de servir al Rey de reyes y Señor de Señores, tu eres la razón de mi servicio. Amén).
 
Pastores Gonzalo y Andrea Sanabria



 

viernes, 24 de octubre de 2014

CÓMO SUPERAR LOS PROBLEMAS


CÓMO SUPERAR LOS PROBLEMASAnte las dificultades todos podemos reaccionar de maneras diferentes. La Biblia nos enseña que debemos ver los problemas como una oportunidad para ver la gloria de Dios. Cuando el ejército de Israel vio al gigante Goliat tuvo miedo, mientras que David veía una gran victoria para Dios. Nuestra fe en Dios, siempre nos llevará a ver la acción sobrenatural del Señor en nuestra vida. No se trata de cuán grande es el gigante, sino de cuál es el tamaño de nuestra fe. Recuerda “Mayor es el que está en nosotros, que el que está en el mundo”… 


“Quiero que sepáis, hermanos, que las cosas que me han sucedido, han redundado más bien para el progreso del evangelio” Filipenses 1:12.

En la vida del apóstol pablo podemos ver la fortaleza y actitudes que mantuvo ante los difíciles momentos de la vida cristina y del ministerio. En el momento de escribir ésta epístola él estaba encarcelado por predicar el evangelio. Estaba preso en Roma, no estaba allí por ningún delito, y quizá algunos hermanos de Filipos estaban desanimados y tristes por esto, sin embargo Pablo aprovecha esto, y les enseña que esto ha redundado en bendición para él y para la extensión del reino de Dios, pues estaba evangelizando a los soldados de Roma; y los hermanos afuera motivados e inspirados en Pablo estaban predicando con mayor pasión la Palabra del Señor.

Los problemas, las crisis o adversidades son oportunidades para ver la gloria de Dios manifestada en nuestra vida. Dios siempre quiere enseñarnos y revelarse en todas las situaciones que enfrentamos en la vida; a veces los problemas no nos dejan ver con claridad, y permitimos que éstos llenen de tristeza nuestro corazón y nos cuesta ver a Dios como el Todopoderoso.

En éste caso, la dificultad del apóstol Pablo era la cárcel. En nuestra vida pueden ser los hijos, la situación económica, el matrimonio, el servicio a Dios, etc. Sin embargo vemos que Pablo se fortalecía en la comunión con el Señor y en el gozo de Dios, y por esto tenía la fortaleza para animar a sus hermanos que estaban afuera, y les dijo:
 
 "Regocijaos en el Señor siempre. Otra vez digo: ¡Regocijaos!" Fil. 4:4.

El gozo del cristiano no debe estar sometido a las circunstancias, sino a Dios quien es el que gobierna todas las cosas. Pablo está animando a la iglesia desde la cárcel y les dice “regocijaos en el Señor, siempre”. Independientemente de los problemas o circunstancias tu gozo está en Dios, y esto hace que enfrentes con altura y fuerza tu adversidad o dificultad. El apóstol Pablo no se lamenta, no se queja, ni tiene lastima de sí mismo. Él toma su fuerza en Dios. 
   
Pablo no admitió el resentimiento ni la amargura ante los problemas, Fil. 4:5. Él instruye a la iglesia para que sea gentil, amable, de buen trato. No estaba enojado ni resentido con Dios, ni con el gobierno, ni con las personas, ni con la iglesia de Filipos (la fundación de ésta iglesia tuvo muchas obstáculos y problemas que superar: fueron perseguidos, azotados, encarcelados… pero en la cárcel, el apóstol decidió adorar a Dios).

Buen número de veces permitimos que las dificultades que no sometemos a Dios, nos alteren y fácilmente maltratamos a las personas, y permitimos aún la amargura en el corazón; la adoración es una arma poderosísima para sobreponernos a los problemas, y alcanzar la victoria en Jesucristo.

Reflexión final: Dios nos ha llamado a caminar en victoria. Ante la pregunta ¿Cómo superar los problemas de la vida? Debemos ir a Dios, a Su presencia y él nos dará la fuerza y gozo para seguir adelante y vencer, él nos dará la sabiduría para enfrentar los problemas y ver Su obra a nuestro favor.

(Escrito por Pastor Gonzalo Sanabria)

domingo, 12 de octubre de 2014

Entrégate sin reservas

“Ciertamente, yo soy la vid; ustedes son las ramas. Los que permanecen en mí y yo en ellos producirán mucho fruto porque, separados de mí, no pueden hacer nada.”
Juan 15:5 (Nueva Traducción Viviente)
Jesús es el Creador de todo, Él conoce cómo es que mejor funciona lo que ha creado. Por ello en este versículo nos invita a permanecer en Él y Su voluntad para dar mucho fruto.
Cuando una persona le entrega su vida a Jesús, ésta debe realizarlo sin reservas. Sometiendo sus temores e inseguridades a un plan mayor y perfecto. No obstante ello en ocasiones no es cómodo. Pues por irracional que parezca el ser humano en ocasiones cree saber más que Dios. Cuando un creyente se rehúsa a avanzar en la voluntad del Señor él está haciendo una declaración de no estar de acuerdo con Aquel que ha creado todo. Cada vez que un creyente rehúsa aceptar la perfecta voluntad de Dios está prescindiendo de lo mejor para su vida.
En el reino de los cielos al contrario del mundo se obtiene ganancia y crecimiento al entregarse a sí mismo. Pues cada vez que el creyente mengua Jesucristo crece en su corazón, aumentando así la vida espiritual (Juan 3:30).
Si la voluntad de Dios es buena, agradable y perfecta, entonces los creyentes deberíamos ser como niños que caen sin reservas en los brazos de su padre, como alguien que sin temor se echa a una alberca, como un trapecista temerario que tiene una red protectora o como un águila que se entrega a las corrientes térmicas de aire.

Cada vez que Dios remueva aspectos de tu vida pasada no voltees a mirarlos. Pues son como el barro que queda en el suelo después de que el alfarero lo remueve de la vasija. Si es la voluntad de Dios pasarte por pruebas para hacerte cada vez más parecido a Su Hijo, entrégate sin reservas a Él y con Su poder te sustentará y guardará de todo mal. El entregarte a Dios sin reservas facilita Sus procesos. Porque cuando en amor y mansedumbre decides llevar Su yugo éste se vuelve fácil de llevar y la carga se vuelve ligera (Mateo 11:30).
Existirán ocasiones en que la voluntad de Dios para tu vida será “podar tus ramas” para que lleves más fruto. En otras serás pasado por desiertos para aumentar tu comunión con Él. Tendrás que enfrentar gigantes. Dios se aferrará a remover algún pecado de ti. Y en todo esto te exhorto a que te rindas sin reservas a Él. Al hacerlo tu alma dejará de pelear y tendrás paz. Y una vez que hayas pasado por ese proceso serás más glorioso para Dios.

Entrégate sin reservas a Jesús y te sorprenderá.

Autor: Richy Esparza
Escrito para http://destellodesugloria.org/blog/