¿RESISTIREMOS A DIOS?

 

"porque Dios resiste al soberbio, pero da gracia a los humildes" (Santiago 4:6)

 Que cosa, cuando escuchamos la palabra soberbio, automáticamente se nos viene a la mente el nombre de alguien que conocemos: - sí, decimos, ese si que es soberbio-.
Nos creemos humildes, porque no somos altaneros, arrogantes, déspotas, prepotentes, con aires de grandeza... Pero hay una soberbia aún mayor que esa, que es la que se opone a Dios.
Podemos orar, leer la palabra constantemente, ayunar, hacer buenas obras, no robar, honrar a nuestros padres, no mentir, no matar... como el joven rico. Podemos hacer todas esas cosas, y no agradar a Dios porque no alineamos nuestras vidas a su voluntad. Podemos hacer todas esas cosas, y notar resistencia, oposición, y claro, lo primero que se nos ocurre es decir: - Ya está aquí el adversario-
Y es que, como dice el versículo, "Dios RESISTE al soberbio..." No es siempre el adversario el que está detrás de toda oposición.

Dios nos dice "...por tanto yo le di voces, que su fortaleza sería estarse quietos. "(Isaías 30:7b)
"en quietud y en confianza será vuestra fortaleza.
Y no quisisteis,..."(Isaías 30:15)
En la mayoría de los casos, cuando estamos tan afanados, tratando de hacer que las cosas funcionen como creemos que Dios las querría, y no vemos resultados, decimos: - Yo me esfuerzo, yo lo intento, pero esto no va como debería-,
resulta que a lo peor, por muy buena intención que tengamos, estamos resistiendo a Dios, y por tanto estamos siendo soberbios, una soberbia encubierta, que no se nota por estar disfrazada de aparente buena intención, y es cuando nos encontramos con la oposición de Dios, "Dios RESISTE al soberbio..." ¡Que chasco! yo pensando que YO iba derechito, haciendo todo muy bien, y al final resulta que estaba oponiéndome nada más y nada menos que al TODOPODEROSO.

 

"¿Quién hizo y realizó esto?¿Quien llama las generaciones desde el principio? Yo Jehová, el primero, y yo mismo con los postreros." (Isaías 41:4)
"Lo que hago yo ¿Quién lo estorbará? 

                                           (Isaías 43:13b)

Así que centrémonos en la segunda parte del versículo "...da gracia al humilde"(Santiago 4:6)
Humillémonos delante del todopoderoso, porque nosotros no somos nada, Él es todo, y lo hace todo.

"Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas todas vuestras peticiones delante de Dios, en toda oración y ruego, con acción de gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús Señor nuestro" (Filipenses 4:6-7)

" Estad quietos y conoced que yo soy Dios"(Salmo 46:10)
"¿No te he dicho que si crees, verás la gloria de Dios?

                                                                  (Juan 11:40)