lunes, 3 de febrero de 2014

PREDICACIÓN DOMINGO 02-02-2014



 

 
"1 Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional. 2No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cual sea la buena voluntad de   
Dios, agradable y perfecta"

 
                                                                                         (Romanos 12:1-2)
 

 Aquí vemos como Pablo hace una advertencia a los cristianos a que renueven su entendimiento. Ese mismo llamado de renovación, debemos hacer hoy, puesto que como entonces, los cristianos de hoy, nos negamos a renovar nuestro entendimiento y lo que hacemos es querer renovar la palabra de Dios. Osea, queremos cambiar lo que es santo, lo no adulterado, lo verdadero y lo
eterno.

    Por tanto, hay superficialidad en el pueblo de Dios.

    Cuando estamos mal físicamente, solemos ir al médico, éste nos mira, nos receta algo y nos da instrucciones de como actuar. Incluso nos dice los efectos que esa medicación puede traer a nuestros cuerpos, aún así, hacemos lo que nos dice el doctor, y aunque en un principio seguimos sintiendo dolor, mal estar, y eso nos desagrada, al final viene la mejoría y la curación.

    De la misma manera, cuando estamos mal espiritualmente, ¿vamos a la palabra de JEHOVÁ RAFA, nuestro sanador y leemos las instrucciones y obedecemos a la receta? NO, en la mayoría de los casos, lo que hacemos es cambiar la receta. En vez de renovar nuestro entendimiento, lo que hacemos es renovar lo que Dios dijo.
    Entonces hacemos que parezca que , lo que dijo Dios, no lo dijo; lo que era, ya no es; y lo verdadero, deja de serlo.

    Hermanos, LA IMPROVISACIÓN, ANULA LA REVELACIÓN.

    La revelación de los profetas, que nos advierten del porvenir, se anula cuando improvisamos y cambiamos lo dicho, por lo no dicho.

 En un artículo de una revista nutricional, dice:

    "Todos necesitamos consumir determinados tipos de alimentos y nutrientes que contribuyen a nuestra salud física y mental. El desbalance nutricional, por exceso o falta de nutrientes , afecta a nuestro cuerpo de diferentes maneras, generando trastornos de salud que pueden llegar a ser graves. Entender esto es fundamental antes de sufrir los riesgos de una mala alimentación, así como los efectos inmediatos en la salud, entre otros:
Obesidad/sistema inmunológico/Problemas de sueño y carácter/Fertilidad y embarazo/Pérdida muscular/Fatiga...etc."

   Existen iglesias obesas, sin defensas, con problemas de carácter, que no son fértiles, y no generan nuevos cristianos, con pérdida de fuerzas y cansadas.

"16 Fueron halladas tus palabras, y yo las comí; y tu palabra me fue por gozo y por alegría de mi corazón; porque tu nombre se invocó sobre mí, oh Jehová Dios de los ejércitos"(Jeremías 15:16)


LA PALABRA DE DIOS ES EL ALIMENTO COMPLETO Y NECESARIO PARA NUESTRAS VIDAS.


    ¿QUÉ ES LA BULIMIA?

   Es un desorden alimenticio causado por la ansiedad y por una preocupación excesiva por el que dirán los demás de nuestro aspecto físico.
   La bulimia es una enfermedad de causas diversas (Psicológicas y somáticas)(espiritual), que produce desarreglos en la ingesta de alimentos con periodos de compulsión para comer, con otros periodos de dietas abusivas, asociado a vómitos y a la ingesta de diversos medicamentos (laxantes, y diuréticos).

   Las personas que padecen de bulimia, poseen una baja autoestima y sienten culpa por comer demasiado. Suelen provocarse vómitos.

   *Bulimia en la iglesia: hoy día, en las iglesias, hay muchos creyentes que no digieren todo el alimento que Cristo quiere darles por la preocupación excesiva de lo que dirán los demás, por el temor a la responsabilidad y el compromiso que eso conlleva.
   Aparentemente, algunos creyentes, se alimentan de la palabra, y todos vemos como realmente lo hacen, pero luego, cuando no se les ve, se "provocan el vómito" y desechan el alimento que Dios les dio, quedando así sin nutrientes, palabras de fe, para rebatir argumentos de mentira y las artimañas del padre de mentira.


"15 y que desde la niñez has sabido las Sagradas Escrituras, las cuales te pueden hacer sabio para la salvación por la fe que es en Cristo Jesús. 16Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, 17a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra"
                                                       (2ªTimoteo3:15-17)

 

¿QUÉ ES LA ANOREXIA?

   Es la pérdida de apetito para conseguir perder peso de forma rápida mediante la restricción de la ingesta de alimentos, sobre todo, los de alto valor calórico. Las personas que padecen este trastorno, tienen una imagen distorsionada de su cuerpo (se ven gruesos, aún cuando presentan un estado de extrema delgadez)

   *Anorexia en la iglesia: También hay creyentes en medio de las congregaciones que padecen este mal. Se trata de hermanos en Cristo que pierden el apetito y se justifican dando excusas como - hoy no tengo ganas, estoy cansado...- o cuando alguien les habla de la palabra, dicen - es que eso yo ya me lo sé...etc.
   Estas personas, llaman, alimento divino para el alma,  sólo, a ciertas partes de la palabra de Dios. Ellos dicen: -no, esto yo no me lo como-, además, tienen una idea distorsionada del alimento que Dios quiere darles, aún así, se ven preparados, capacitados, pero sin embargo, hay anemia espiritual en sus vidas.
   La anorexia nerviosa consiste en una alteración grave de la conducta alimentaria, se caracteriza por el rechazo a mantener el peso corporal en los valores mínimos normales, miedo intenso a ganar peso y una alteración de la percepción del cuerpo.
   Esta situación también es visible en nuestra conducta espiritual, cuando nos empeñamos en mantener nuestro peso espiritual en los valores mínimos y nos negamos a pelear las batallas que se nos ponen por delante. Esta es una forma de evitar los compromisos, poniendo como excusa su desconocimiento o su incapacidad.


"1 Palabra de Jehová que vino a Jeremías, diciendo: Levántate y vete a casa del alfarero, y allí te haré oír mis palabras. Y descendí a casa del alfarero, y he aquí que él trabajaba sobre la rueda. 4 Y la vasija de barro que él hacía se echó a perder en su mano; y volvió y la hizo otra vasija, según le pareció mejor hacerla. 5 Entonces vino a mí palabra de Jehová, diciendo: 6 ¿No podré yo hacer de vosotros como este alfarero, oh casa de Israel? dice Jehová. He aquí que como el barro en la mano del alfarero, así sois vosotros en mi mano, oh casa de Israel"(Jeremías 18:1-6)


     Hoy, nos hemos levantado y hemos venido a la casa del alfarero:
Hoy, Dios, quiere sanar tu cuerpo, tu mente y corazón, Él quiere darte  una nueva dieta, alimento completo que fortalece, anima, te hace resistente para la carrera y además te llena de gozo.



     Si aún estando en manos del maestro, alguno de estos trastornos te está afectando, corriendo el riesgo echarte a perder, no te preocupes, estás en el taller del Alfarero, y Él , hoy, quiere hacer  una vasija nueva de ti. No una vasija de acuerdo a tu gusto, sino una vasija según le parece mejor a Dios.

    Ahí donde estás, dile hoy a Dios: Señor haz de mí un vaso nuevo.

   Cuando estamos mal alimentados, las defensas bajan y los virus (demonios) atacan, pues saben que nuestra inmunidad está fallando, pues hay partes de Cristo que no hemos comido, y sin Cristo somos más que perdedores. Pero con Él, más que vencedores, y hoy Dios quiere que venzas esta batalla, quiere que aprendas a ganar, dando.
   Entrégale hoy a Dios tu orgullo; dale al Señor tus debilidades; si hay en tu corazón sentimientos engañosos, dáselos hoy; aquello que todavía no habías perdonado, eso, dáselo también. Dad y recibiréis -dice el Señor.

"12Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos; y penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón" (Hebreos 4:12)

   El Espíritu de Dios, hoy, quiere penetrar en ti, quiere, como el alfarero, deshacer tu vasija, tu corazón, tus argumentos, tus razones, tus sentimientos y hacer un corazón limpio; un corazón como el suyo, agradable; un corazón que no tiene envidia; que no pide nada a cambio; que no hace nada indebido; un corazón que le ame; que le adore; que le diga que Él, es lo primero; un corazón obediente, servicial; un corazón comprometido; un corazón sabio, que discierne el bien del mal; un corazón justo, como el suyo.

    Dile hoy a Dios, Señor, dame un corazón como el tuyo. AMÉN.

Pastor Humberto Salvador.
 
 

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