¿TIENES COBERTURA TOTAL?



(Hechos 16:31)
    
        Jesús murió hace aproximadamente 2000 años. Su muerte fue una obra milagrosa, ya que tuvo, tiene y tendrá efectos que jamás hubiéramos alcanzado si no viniera de parte del creador de todas las cosas.
        Quizás lleves toda tu vida, desde que tienes sentido común, dudando sobre si serás salvo o no, sobre si irás al cielo o no cuando acabes tu vida aquí en la tierra. Quizás tu lucha esté en llevarte todo el tiempo tratando de asegurarte  que has hecho lo que está bien, y después en la noche, al hacer el repaso del día, te venga la duda y con ella el temor sobre si irás o no al cielo.
     ¡Qué lucha más agotadora!¡Qué lucha más vana e innecesaria!. ¿De verdad crees que eso es lo que Dios quiere para tu vida?.... La respuesta es NO.

      Nosotros, los que predicamos a Cristo, no dejamos de repetirlo una y otra vez, pues esa es nuestra misión, Dar a conocer la obra de amor de nuestro creador. ¡Bendita obra!

     La salvación Que Dios nos da, no es complicada para aquel que cree en ella. Un ejemplo que ilustra muy bien la obra de Jesucristo:

¿Tienes contratado algún tipo de seguro? por ejemplo:

    Puedes tener un seguro de hogar, puede que no tengas mucha información en detalle de tu seguro. Puede que en casa se te hayan roto algunos electrodomésticos o puertas, y hayas llamado a un electricista o un carpintero para que, previo pago, te arregle los desperfectos. Puede ocurrir que un día de casualidad, alguien te cuente que gracias a su seguro, que es igual al tuyo, ha podido arreglar varios desperfectos de su casa sin tener que pagar nada. Así que tú, llena de sorpresa, te das cuenta que has estado cubierta por tu seguro en muchas más cosas de las que creías, pero por falta de información, es decir, por ignorancia, no hiciste uso de esa cobertura, volviste a pagar por algo que ya estaba pagado.

   Así pasa con tu salvación, Cristo murió por toda la humanidad, Osea, murió por TI, su sangre fue derramada hace aproximadamente dos mil años, desde entonces su sangre salva, sana, libera, cubre a todo aquel que sabiéndolo, decida ponerse a cubierto en ella.

    Ya sabes, tienes una cobertura total en Cristo, no sigas ignorándola, ya Cristo pagó por ti la pena de tus pecados, no sigas pagando más, descansa en Cristo, en su sangre, en su redención. Pide a Dios que te de la revelación, sin ella, volverás a querer pagar una y otra vez, y eso sólo te lleva a la frustración, amargura, descontento, ansiedad....

     Su amor te salva. Ponte a salvo.

MBM.